Guerra Total no nació de la noche a la mañana. Es el resultado de años de frustración acumulada (aunque no sé confunda, aquí no se volcará frustración, sino enojo y verdad), de palabras no dichas, de injusticias que se tragaron en silencio hasta que el silencio mismo empezó a oler a podrido.
Y lo que es peor aún, si el grito no se hace oír, no se expresa, quién comienza a pudrirse por dentro es uno.
Esto no es un hobby, no es entretenimiento, no es para llenar horas muertas.
Guerra Total es el grito que ya no cabía en la garganta, la tinta que se derrama en papel como si fuera sangre. Es el eco de todos esos fanzines que alguna vez circularon de mano en mano, de esos panfletos anarquistas que volaron por las calles del mundo cuando más se necesitaban, en una época de dictadura; fotocopiados hasta el cansancio, desgastados por el paso, pero cargados de vida.
Aquí no hay suavidad. Aquí hay golpes de realidad. Las letras son cuchillas, y cada párrafo es un intento por cortar la cuerda que nos ata a lo que otros quieren que seamos.
- Guerra Total es ese momento en el que decidís dejar de pedir permiso.
Es la decisión de escribir, de publicar, de ensuciarte las manos y hasta destruir la reputación propia si hace falta.
Porque, ¿De que sirve ser el más honesto, el humano que se jacta de cumplir como buen ciudadano, callado y obediente?
No somos un medio «objetivo». No queremos serlo. La objetividad es un lujo de los que están cómodos.
Nosotros estamos incómodos. Y desde esa incomodidad escribimos. Escribimos contra la apatía, contra el conformismo, contra la idea de que hay que esperar a que todo mejore por sí solo.
Este proyecto mezcla la crudeza de la calle con la urgencia de una rabia que ya no sabe esperar.
Es un espacio para la palabra libre, para la discusión incómoda, para las verdades que nadie quiere escuchar.
Si estás acá, es porque algo de todo esto resuena en vos. Quizás también estás harto. Quizás también tenés algo que decir. Y estás más que invitado a decir lo que quieras, a publicar en Guerra total.
Bienvenido.
La guerra ya empezó.
Pero… ¿Qué haremos?
Escribir, denunciar y protestar… todo sobre todo.